
Fuente: AEDRA
Pregunta – Hugo, en AEDRA el legado de tu padre, José Luis Legazpi, ha sido enorme, modernizando la Asociación y estableciendo consensos que perduran en nuestros días. Cuéntanos: de todo lo que recibiste de él, ¿cuál es el mensaje, la idea o el aprendizaje que tienes más presente?
Respuesta– La idea que me quedó grabada cuando empezó a fundar la asociación hace muchos años, con varios miembros, con otros compañeros, fue que la competencia no fuera tal. Que eran compañeros, y que tenían que ir todos a una. Se
sumaba mucho más yendo todos juntos por un objetivo común que cada uno por su lado. Date cuenta que hace muchísimos años los desguaces no eran CATs, eran poco más que chatarrerías. Por eso, coger a un grupo de gente del ramo y crear una asociación con esas ideas de futuro, que han llegado a nuestros días, hace que todo esto tenga mucho más valor. La voluntad de mi padre junto a otros compañeros y nuestro Director General de fundar una Asociación sin ánimo de lucro, aportando recursos laborales y económicos sin contraprestación alguna para conseguir intereses comunes, fue una idea avanzada a su tiempo. Mi padre, además, me inculcó la idea de ayudar al que lo necesitara; no hacía negocios, hacía amigos.
P – ¿Con qué edad comenzaste a trabajar con tu padre? ¿Te incorporaste pronto?
R- Siempre le he ayudado. Recuerdo con mucho cariño que ya de pequeño me llevaba a todas partes. He conocido desde
muy pequeño a los dueños de los desguaces, a los administradores y miembros de la Junta Directiva. Siempre he querido ir con él y siempre me ha querido llevar con él. Empezamos a trabajar definitivamente juntos al poco tiempo de terminar las carreras. Me dijo: “Hugo, vente conmigo, vente conmigo a echarme una mano…” Y hasta hoy. Posiblemente llevaré más de diez años trabajando con mi padre, y le estoy muy agradecido por todo.
P – Nos gustaría conocer cómo fue el origen de Automóviles Legazpi SA y cómo es el CAT en la actualidad.
R- El origen surge con mi abuelo y mi padre que también le echaba una mano. Estaban en Villaverde y era, como he dicho ante,s poco más que una chatarrería. A medida que la ciudad de Madrid se amplía hay una serie de permutas de terreno y se trasladan a San Martin de la Vega, junto a otros desguaces. El CAT en la actualidad no tiene nada que ver, o tiene poco que
ver con lo que era al principio. Ahora todo se ha profesionalizado, se ha especializado, las garantías son mayores, surge Internet, surgen nuevos canales de venta, el cliente es más exigente… Poco tiene que ver. Antes, por poner un ejemplo, la mayoría de entrada de vehículos era a través de subastas; ahora las subastas son una parte más de entrada de vehículos al final de su vida útil. La alta profesionalización en cuanto a la separación de componentes del vehículo para su reciclaje también es otro ejemplo.
P – Se habla mucho de Economía Circular. ¿Crees que el papel de los CATs es cada vez más importante en ella?
R- Sí, lo considero fundamental. En este sentido los CATs siempre hemos ido por delante de la legislación. Ahora están muy de moda la economía sostenible, la economía circular… pero nosotros hemos estado haciendo esto durante muchos años. Antes de que saliera legislación específica al respecto ya nos dedicábamos a reciclar componentes y a la recirculación de las piezas usadas en buen estado. La Administración, con nosotros de la mano, ha ido progresando. De hecho, la regulación española es una de las más avanzadas en este sentido y esto es así, en buena medida, gracias a AEDRA y a los CATs que la conforman.
P – En los últimos tiempos AEDRA ha ganado importancia y número de miembros. En tu opinión, ¿tiene aún margen de crecimiento?
R- Sí, tiene margen. Ahora mismo AEDRA cuenta con más de 600 miembros y habrá unos 1.200 desguaces en España. Pero no solo es cantidad, sino la calidad de los miembros que conforman AEDRA, que fácilmente gestiona por encima del 85% de los vehículos al final de su vida útil (definitiva y legalmente dados de baja). Queremos seguir progresando y todo el mundo es bienvenido. Todos los avances que se han conseguido legislativamente en España ha sido en gran medida gracias nuestra Asociación.
P – Muchas fuentes opinan que el parque automovilístico español, con una media que ronda 13/14 años, es demasiado viejo, que hay que apostar por políticas que lo renueven cuanto antes para reducir contaminación y ganar en seguridad vial. ¿Compartes esta visión?
R- Comparto esta visión, la idea es muy bonita, pero hay que hacerla sosegadamente. Yo soy muy crítico con el vehículo eléctrico, por ejemplo. Es muy bonito comprar este tipo de vehículos, pero claro, no tiene que ser de una forma total o parcialmente subvencionada. Esto tiene que ser una economía de mercado, es el propio mercado el que dicta las tendencias y necesidades de los ciudadanos. Los sueldos tienen que ir acordes con la compra de los vehículos. Los nuevos son cada vez más caros, tardan más en suministrarlos, los recambios de igual modo… Todo tiene que ir acompasado. No puede haber ningún agente externo, vía gobierno, vía Unión Europea, que modifique las leyes del mercado, porque entonces nos estamos haciendo trampas al solitario, engañándonos a nosotros mismos.
P – El coche eléctrico, ¿es una nueva oportunidad de negocio para los CATs?
R- Sigo diciendo lo mismo. Soy muy crítico con el vehículo eléctrico y con toda la industria secundaria que hay detrás de todo esto.
No estoy a favor de la contaminación, por supuesto, todos queremos que no se contamine nada, pero no veo que el coche eléctrico sea ni la solución ni una ayuda para compensar esa contaminación. Lleva componentes que no tienen los vehículos de combustión, de muy difícil extracción, fundamentalmente las baterías. Es más, no hay suficientes recursos en el planeta para sustituir los vehículos actuales por eléctricos. La autonomía también es un problema, los puntos de recarga y las infraestructuras eléctricas, tanto públicas como privadas, más aún, el coste de la electricidad crece cada vez más… No entiendo la dirección que se está tomando en este sentido. Además, no sé cómo será el futuro de los talleres con el vehículo eléctrico, que fundamentalmente es batería, pero complicado seguro. No hay una legislación propia, ni muchas empresas que gestionen las baterías consideradas residuos al final de su vida útil… Se está potenciando un mercado que está por hacer. En este sentido, se está construyendo la casa por el tejado. Soy más partidario de los combustibles sintéticos.
P – Estos automóviles, su manipulación y tratamiento en los CATs al final de su vida útil, ¿suponen una dificultad para vuestra tarea, incluso un desafío?
R- Claro que es un desafío. Todos los CATs de AEDRA estamos haciendo un curso de vehículos eléctricos muy costoso y de muchas horas de duración para poder manipularlos, sobre todo sus baterías. Una vez manipuladas, tampoco está muy claro, cuando están almacenadas, qué pasa con ellas: en ocasiones, arden espontáneamente. He hablado con muchos bomberos por si surge este incidente, qué es lo que pasa. “Metedla en agua”, nos dicen. ¿Meter en agua la batería cuando está ardiendo? “Pues con arena”. ¿Cavamos un foso cuando está ardiendo? ¿Y quién se acerca ahí? ¿Y quién tiene ese foso, o quién tiene esa piscina? ¿Y si pasa en un sótano de alguna finca…? Creo que la legislación aún está muy verde y la potenciación de estos vehículos obedecerá a otros intereses.
P – ¿Por qué es importante que profesionales y particulares acudan a un CAT como alternativa para hacerse con un repuesto?
R- Es muy importante por dos motivos, principalmente: precio y calidad. No es como antes, damos una serie de garantías, una serie de servicios postventa, nada que ver con la concepción que solía haber de un desguace. Asesoramos al cliente, asesoramos a los talleres, los fidelizamos, porque esto forma parte de una industria y esto es una empresa, los primeros interesados somos nosotros. El mercado, a lo largo de los años, ha cambiado mucho.
P – Por último, ¿cómo ves el futuro de nuestra Asociación?
R- Lo veo muy esperanzador. Antes, para redactar y publicar en el BOE un Real Decreto se tardaban muchos años. Ahora se están dinamizando los cambios legislativos. Por eso es fundamental nuestra Asociación, para que vayamos de la mano Administración y nosotros porque tenemos intereses comunes. A nadie le gusta contaminar, a todos nos gusta la recirculación de los productos y la economía sostenible… Si vamos de la mano, mucho mejor. AEDRA es una Asociación que está integrada por CATs profesionales, la mayor asociación de España y de Europa en nuestro sector, y cada vez que se nos plantea un objetivo, para nosotros es un desafío que siempre logramos dar forma y llevarlo al éxito. Y eso, inevitablemente, repercute de forma directa y positiva en los ciudadanos.