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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente: AEDRA

Hace poco os hablábamos del juicio ganado por Desguaces Acedo tras ser acusado de mala praxis con gases refrigerantes durante el desmantelamiento de vehículos al final de su vida útil. Ahora es el asturiano Desguaces Auto Meres Picatto, especializado en el tratamiento de camiones y autobuses (38 años de actividad, 15 empleados) el que ha sido absuelto de un caso similar.

Hemos hablado con su propietario, Jesús Picatto, para que nos explique qué ha sucedido. La situación arrancó de forma parecida: “El SEPRONA lleva a cabo controles periódicos aleatorios de la actividad de los CAT, en este caso, en particular, sobre la gestión de los gases refrigerantes. Y esta vez nos tocó a nosotros, también a otros. Hasta ahí todo normal. Solicitaron documentación, pero en ningún caso quisieron inspeccionar la maquinaria que utilizamos para este cometido”, explica Jesús. “De hecho, y de forma sorprendente, nos pidieron el embalaje de esta, algo que nadie suele guardar, aunque sí es nuestro caso”.

Apertura de diligencias

Acto seguido, el SEPRONA abrió diligencias a Desguaces Auto Meres Picatto de forma inesperada considerando que existía delito por comparación entre la documentación aportada y las estadísticas que, de forma comparativa, maneja esta división de la Guardia Civil dedicada a la protección medioambiental. Estadísticas tomadas nada menos que de otros países (incluso de Australia) que fijan el número de kilos de gas refrigerante que deben figurar a tenor del número de vehículos tratados, más allá del estado de estos en el caso de las operaciones de Desguaces Auto Meres Picatto, en ningún caso analizados por los agentes. Tampoco se interesaron por el procedimiento de extracción.

“No es que nos llamaran a declarar, es que nos tomaron huellas dactilares, nos fotografiaron de frente y perfil, como a delincuentes… Todo fue violento y desagradable al tratarse de causa penal”, explica Jesús. Y de ahí a la citación, con acusación sobre la praxis del CAT en los años 2017, 2018 y 2020 y 2021.

“Existen dos informes que derivan en sendos autos, pero los datos no coinciden entre los vehículos de entrada destinados a ser dados de baja definitiva y luego desmantelados y el atestado del SEPRONA, que muestra un porcentaje de estos no inspeccionados ni cuantificados. “Estamos hablando incluso de vehículos previamente tratados por empresas municipales de autobuses o canibalizados antes de llegar a nuestro CAT. Es decir -detalla Jesús- no coinciden las cifras de entrada en el CAT con los vehículos susceptibles de llevar refrigerante”.

“Solicitaron año y seis meses de prisión y multa de 9.000 euros para mí, y a dos de nuestros operarios año y dos meses de prisión y multa de 4.250 euros a cada uno”, añade.

Durante la vista, y tras las testificales de los agentes del SEPRONA, el letrado y Director General de AEDRA, Rafael Pardo, y el letrado Manuel Marchena Perea, en el ejercicio de la defensa de los afectados, expusieron todas estas contradicciones. Finalmente, la fiscalía retiró la acusación por falta de sustento en las pruebas, interesando el dictado de una sentencia absolutoria que, en efecto, el tribunal adoptó. “Ni siquiera los peritos tuvieron que declarar”, matiza Jesús.

Ahora queda pendiente de resolución la vía administrativa en la que la Consejería de Medioambiente del Principado de Asturias analizará la memoria anual presentada por Desguaces Auto Meres Picatto y los datos del SEPRONA.