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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente:AEDRA

Las tremendas consecuencias provocadas por la Dana en Valencia han situado, junto a otros muchos, a los coches afectados, cientos de miles, en el centro de la diana, y en consecuencia a los Centros Autorizados de Tratamiento que tendrán que hacerse cargo de ellos, una vez sean definitiva y legalmente dados de baja. Una ingente operación que solo estos cualificados profesionales pueden llevar a cabo. Para conocer cómo van las cosas hemos hablado con Juanjo Cortés, Presidente de ADECOVA y propietario de Desguace Cortés, en Benaguasil, muy cerquita de la capital valenciana. Uno de los CAT más importantes, por tamaño y volumen de negocio, no ya de la Comunidad Valenciana, sino de toda España.

Pregunta – Juanjo, cuéntanos: ¿cuál es el origen de vuestro CAT? ¿Cuántos años lleváis en marcha?

Respuesta – El origen del CAT es una empresa familiar. Empezamos mi padre y yo y luego, posteriormente, mis hermanos se fueron incorporando al negocio. Mis hermanos, mis hijas, también mis sobrinos… Es un negocio básicamente familiar. Llevamos 40 años: en 2024 hicimos una fiesta aniversario con amigos, clientes… Estuvo muy bien. 40 años es un éxito.

P – En la actualidad, ¿cuánto personal emplea Desguaces Cortés?

R – Entre los tres centros de trabajo que tenemos, entre 135 y 140 personas. Es la horquilla en la que nos movemos.

P – Y aproximadamente, ¿cuántos vehículos tratáis cada año?

R – Entre 10.000 y 11.000 coches en condiciones normales. Este año, igual nos salen algunos más con el tema de la dana…

P – Por otra parte, ¿cuánto hace que vuestro CAT forma parte de ADECOVA? ¿Y de AEDRA?

R – En ADECOVA, unos 25 años, y en AEDRA, también.

P – En este tiempo habéis vivido mucho, de todo. Por ejemplo, la pandemia por Covid-19. ¿Cómo fue aquella época para vuestro negocio?

R – La pandemia fue una época complicada que nadie esperaba, pero en parte nos vino bien porque bajamos el ritmo de trabajo: tuvimos tiempo de organizar almacenes, tiempo para pensar… Vamos siempre muy acelerados: este negocio es muy grande, muy acelerado, y la pandemia nos dio tiempo para replantear las cosas.

P – Y ahora, la Dana. ¿Ha afectado a vuestras instalaciones, a vosotros, a vuestra plantilla? Y de ser así, ¿en qué medida o cómo os habéis repuesto?

R – A las instalaciones, gracias a Dios, no. En la plantilla sí tenemos tres compañeros que han perdido sus vehículos, nos ha tocado darles teletrabajo al quedarse sin ellos. Daños humanos, ninguno.

P – El Gobierno ha aprobado el Real Decreto-ley 8/2024 de 28 de noviembre, en virtud del cual se adoptan medidas urgentes complementarias en el marco del Plan de respuesta inmediata, reconstrucción y relanzamiento respecto a los daños causados por la Dana. Adopta diversas soluciones, muchas a petición e impulsadas por AEDRA relativas al tratamiento de vehículos afectados. Entendemos que esta regulación ha supuesto un antes y un después ante semejante situación, ¿verdad?

R – Quiero recalcar que la Consejería de Medioambiente de la Generalitat Valenciana se portó muy bien porque nada más suceder la dana dictó una serie de normas: amplió la capacidad de tratamiento de los desguaces de vehículos, nos habilitó para utilizar campas donde acopiar los vehículos afectados… La verdad es que la Consejería se ha portado muy bien, lo hizo bien y rápido: a los pocos días ya había implementado estas medidas.

En cuanto al Real Decreto-ley, desde la asociación pedimos que fuesen 15 días para que el coche afectado fuese calificado como residuo sólido urbano, para poder retirarlo de las calles y tratarlo. Al final el Gobierno ha fijado ese plazo en 60 días. La verdad, se hace un poco largo: en teoría, hasta el 28 de febrero de 2025, todos esos vehículos no serán residuos sólidos urbanos. A partir de entonces, todo vehículo afectado que esté en la calle y que no el propietario no lo haya reclamado será considerado de ese modo y será cuando los desguaces podamos empezar a tratarlos. Ahora solo los estamos acopiando, cambiándolos de sitio.

P – Precisamente, ya estáis trabajando con ellos. Aproximadamente, ¿cuántos lleváis tratados?

R –  Nosotros, tratados directamente, sobre 200 en este mes, mes y medio. Claro, la gente está a que si el seguro le paga o no le paga, las valoraciones… Tenemos una campa aquí al lado con unos 2.000 vehículos a la espera de que el cliente, el consorcio decidan si se lo llevan, lo reparan o lo achatarran.

P – Aunque cabe imaginarlo, ¿qué problemática, qué situaciones más críticas estáis afrontando con estos coches? ¿Ha sido muy difícil traerlos hasta el CAT? ¿Habéis tenido que trabajar con algunos/muchos eléctricos e híbridos?

R – Todas. El transporte ya es una situación crítica: los coches en este estado (barro, agua, restos… ) pesan muchísimo, y a la hora de cargarlos rompen cables. Piensa que están bloqueados, que toca cargarlos con fenwis (carretillas o toritos). La descarga, por el peso, también es problemática. Luego, a la hora de descontaminarlos, una odisea: llevan mucho barro y exigen mucho tiempo. Aparte, el material no aprovecha: básicamente es todo chatarra, y además chatarra sucia, embarrada.

Sobre eléctricos el híbridos, la verdad, hemos encontrado más de los que pensábamos. Exigen un tratamiento diferente, hay que ir con mucho más cuidado (por la tensión de las baterías), es diferente. De hecho, lo hacemos en otro elevador que tenemos específico para coches así, con maquinaria y útiles propios.

P – Chatarra sucia, embarrada, ¿cómo se trata ese material? ¿Qué aprovechamiento de piezas y elementos estáis encontrando?

R – En general, tratamos de limpiar para poder acceder a los tornillos y las piezas, para poder desmontarlas. Todo deriva en mucho barro y en mucha basura. Cuesta mucho tiempo y cuando lo vendemos tenemos problemas con la fragmentadora, que nos descuenta mucho peso por el barro que llevan.

P – En vuestra opinión y conforme a vuestra larga experiencia, los CAT situados en la Comunidad Valenciana, ¿tiene suficiente capacidad para abordar una situación tan abrumadora, todo el parque de vehículos siniestrados que finalmente sean dados de baja definitiva?

R – En 2023 en Valencia se desguazaron sobre 30.000-32.000 coches, y en la Comunitat Valenciana alrededor de 70.000. Si son unos 140.000 los vehículos afectados, yo creo que hace falta ayuda de CAT de fuera de la Comunitat Valenciana para que esto sea rápido y ágil.

P – ¿Qué se os está rompiendo al manipular este material?

R –  De todo, las grúas, las carretillas, los elevadores… Un desastre: el barro y el polvo bloquean todo: frenos, cabestrantes que gripan, como los elevadores de los coches… Cada 15 días toca llevar las grúas a limpieza y engrase. La verdad es que está siendo muy costoso, está siendo difícil.

P – Luego no os perjudica por coste, pero sin duda este trabajo tampoco os beneficia…

R – La gente, mis amigos y compañeros, me dicen “te vas a hacer de oro con todo esto”. Todo lo contrario: nuestro valor añadido, cuando compramos un vehículo para desguazarlo, es la venta de piezas, de componentes medioambientalmente tratados y reciclados: motores, cambios, transmisiones, piezas eléctricas… Ahora como mucho puedes aprovechar algo de chapa, y no siempre.

Mira, nosotros no somos chatarreros, somos vendedores de recambios: nuestro negocio está en la venta de componentes, no en la de chatarra. Por otra parte, descontaminar estos vehículos cuesta mucho más: son de difícil acceso, llenos de barro… Si una persona descontamina al día 12 coches normales, solo descontaminar, quitando líquido, neumáticos, baterías…, coches de la dana hace seis o siete, la mitad. Incrementan el tiempo de trabajo. De negocio, nada, de negocio nada de nada. La gente está muy equivocada: insisto, no somos chatarreros, el coche hay que tratarlo. Pero es que además la grúa es más costosa. Y luego, a raíz de la dana el tráfico en Valencia está imposible: si antes las grúas hacían cuatro viajes ahora son tres. Todo implica. No está siendo fácil, para los desguaces de la Comunitat Valenciana, no está siendo fácil.