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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente: El Español

El pasado martes 28 de marzo de 2023 quedará registrado en los anales de historia como el día en el que se prohibió la venta de coches nuevos en 2035 que emitan CO2. En definitiva, el primer día del adiós definitivo a los automóviles y furgonetas contaminantes. Para intentar responder a las dudas, buscamos respuestas a las principales preguntas.

¿Se ha aprobado, de verdad, la venta de coches nuevos contaminantes en 2035?

Sí, así es. La Unión Europea (UE) finalmente ha aprobado de forma definitiva la prohibición de vender vehículos (coches y furgonetas) en todo el territorio comunitario que expulsen emisiones contaminantes de CO2 por el escape desde el 1 de enero de 2035.  A partir de ese año solo se podrán comprar coches nuevos que no emitan CO2.

¿Esto no se había aprobado antes? ¿Cuál es la novedad?

Para que exista un acuerdo en la UE que se traduzca en una futura normativa, el funcionamiento es complejo. Por un lado, están la Comisión y el Parlamento Europeo que inician los proyectos, acuerdos y textos. Luego, finalmente, es el Consejo, como representante de los países el que tiene la última palabra.

En cuanto a la prohibición de venta de coches nuevos contaminantes más allá de 2035, Comisión y Parlamento ya lo habían aprobado. Sin embargo, a última hora, cuando el Consejo solo tenía que ratificarlo, retrasó su aprobación, principalmente por la negativa de Alemania. Ahora, por fin, los ministros de Energía de la Unión Europea han aprobado el texto definitivo.

¿Qué países han votado a favor y cuáles en contra?

La aprobación ha contado con 23 votos a favor de la mayoría de los países, incluida Alemania y España. Por el contrario, se han abstenido Rumanía, Bulgaria e Italia. El único país que ha votado en contra ha sido Polonia.

Alemania inicialmente planteó un veto, lo que habría llevado a fracasar la votación. Sin embargo, hace unos días la UE alcanzó un acuerdo con este país para incluir una salvedad en el texto final y que hace referencias a la incorporación a la norma de los combustibles sintéticos, si bien todavía no conocemos más detalles.

¿El texto es definitivo?

Sí, el texto es definitivo y la decisión se publicará ahora en el Diario Oficial de la UE y entrará ya en vigor. Ya no hay marcha atrás.

¿Se prohíbe entonces la venta de coches y furgonetas de gasolina, diésel, híbridos y enchufables más allá de 2035?

En realidad, el acuerdo que se ha llevado a cano no habla de tecnologías, sino solo de emisiones. Dice que solo se permitirán vehículos que hayan reducido el 100% de sus emisiones de CO2, tanto en turismos como furgonetas desde el año 2035.

¿Esto significa el fin del motor de combustión?

Inicialmente así lo era. Sin embargo, con la negativa de Alemania, la UE ha admitido una salvedad. Y esta no es otra que abre la puerta a que el motor de combustión pueda seguir utilizándose pero con combustibles sintéticos, aquellos combustibles que sí expulsan emisiones pero que también las captan en su producción y, de ahí que en su conjunto sean neutrales.

¿La modificación incluida por Alemania cambia en algo el contexto de la futura ley?

Según fuentes europeas como la comisaria europea de Energía, Kadri Simson, “esto no cambia el texto acordado con el Parlamento Europeo, sino que aporta detalles sobre los pasos siguientes en la aplicación del reglamento” para incorporar los combustibles sintéticos o  efuels a la normativa comunitaria.

¿Cómo son los combustibles sintéticos? ¿Existen ya? ¿Qué precio tienen?

Los combustibles sintéticos son carburantes artificiales (y prohibitivamente caros en la actualidad, con tarifas que rondan el euro por litro) que se producen a partir de hidrógeno verde y dióxido de carbono, pero resultan climáticamente neutrales porque sólo emiten el CO2 previamente capturado y pueden usarse en vehículos con motor de combustión.

¿Ha sido una victoria de Alemania y de la industria del automóvil?

En realidad los combustibles sintéticos ya aparecían mencionados en el texto negociado, a petición de Alemania e Italia, pero la Comisión se daba hasta 2026 para volver a retomar la cuestión y dejar en ese lapso de tiempo que evolucione esa tecnología.

Lo que inicialmente iba a ser un trámite formal en la aprobación final de la normativa a inicios de marzo, Berlín paralizó la adopción de la ley porque el tercer partido de la coalición de Gobierno de Alemania, los liberales del FDP, reclamaron más proyección a los combustibles sintéticos.

La maniobra no gustó en Bruselas ni a buena parte de los Estados miembros, pero fue necesario forzar una negociación para satisfacer a Alemania, primera potencia económica de la UE y primer fabricante automovilístico, y salvar esa ley que supone una pieza clave de la política climática de la UE para descarbonizar la economía comunitaria en 2050.

Por su parte la vicepresidenta tercera ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha incidido que este ‘gol’ de Alemania no ha sido “bueno” ni “agradable”, por lo que espera que todos los Estados miembro hayan aprendido que esto no pueden sentar “un precedente que se utilice siempre”, ya que podría significar “tiempos difíciles” para Europa.

¿Y ahora qué?

La Comisión añadió una declaración política (que no es legalmente vinculante) en la que Bruselas se compromete a presentar un reglamento “sólido y a prueba de evasiones” para la homologación de ese tipo de vehículos, en colaboración con el Comité Técnico de Vehículos Motorizados.

El Ejecutivo comunitario presentará “en otoño de 2023” una pieza legislativa (acto delegado) que “especifique cómo los vehículos con combustibles sintéticos contribuirían a los objetivos de reducción de emisiones de CO2, en relación con la regulación de las normas de emisión de CO2 para turismos y vehículos ligeros”.

Asimismo, Italia ha pedido que la Comisión incluya los biocarburates (obtenidos a partir de biomasa vegetal) en el camino que emprenda para buscar hueco a los combustibles sintéticos.

¿Me puedo comprar un coche de gasolina, diésel o híbrido ahora?

Sí, por supuesto. Estamos a 12 años de que se dejen de vender este tipo de vehículos. Por tanto, ahora mismo están a la venta todas las tecnologías disponibles: gasolina, diésel, híbridos, híbridos enchufables y eléctricos.

Eso sí, según vayan pasando los años los fabricantes irán haciendo que prevalezcan los coches eléctricos porque son los que no generan emisiones por el escape. Recordamos que cerca de 30 marcas de automóviles ya han declarado que solo comercializarán coches de cero emisiones entre 2030 y 2035.

Además, recordamos que en este texto también se fija como obligatorio que desde 2030 los vehículos tengan una reducción del 55% respecto a las emisiones medias de 2021. Y si tenemos en cuenta que las emisiones de las que se hablaban en su momento eran de 95 gr/km, esto implica que para 2030 las emisiones tienen que rondar 45 gr/km de CO2.

Y para que un coche consiga estas emisiones solo puede ser híbrido enchufable o incluso eléctrico que tiene cero emisiones en movimiento. Ningún coche de gasolina, diésel o híbrido tiene unas emisiones por debajo de los 45 gramos de CO2, ni ahora ni de aquí a 2030, porque la tecnología no puede evolucionar tanto.

Entonces… ¿qué coche comprar?

Pues dependerá de las necesidades de cada uno. Lo primero a elegir es el tamaño (pequeño, mediano o grande) dependiendo de las personas que suelen viajar y del tipo de viajes que realiza. Después saber si lo que se busca es un SUV o un coche  tradicional (más bajo, tipo cinco puertas o berlina). Y por último, el sistema de propulsión.

En caso de no vivir en una gran ciudad, con un modelo de gasolina y etiqueta C de la DGT valdría. Si hace muchos kilómetros habría que tener en cuenta un diésel. Si se vive en una ciudad de más de 50.000 habitantes habría que optar a un etiqueta ECO o 0 Emsiones. Y aquí puede ser coches híbridos ligeros, híbridos o híbridos enchufables. Em esto último es una solución adecuada, pero se necesita una plaza de garaje para instalar un punto de carga eléctrico.

Por último, estaría la opción de los eléctricos para aquellos que pueden disponer de punto de carga, tienen más presupuesto y son convencidos de la movilidad cero emisiones desde ya, sin necesidad de esperar a 2030 o 2035.

¿Y los combustibles sintéticos?

Pues habrá que esperar a ver cómo evolucionan. En este sentido, uno de los fabricantes que más ha apostado por ellos es Audi. Según el director de la marca en España, José Miguel Aparicio, “la electrificación es irreversible y nuestro presidente (Markus Duesmann) ha reafirmado el compromiso (de la compañía) de no producir coches de combustión más allá del 2033, incluso en el contexto de esa normativa europea”. Y añade que “hoy por hoy los e-fuels son todavía muy caros de producir, por lo que parece poco factible que sean buena solución a gran escala”.

Por su parte, Jan Huitema, uno de los portavoces y responsables de que esta inicitativa legislativa se lleve a cabo, ha señalado que cualquier posible propuesta futura relacionada con el uso de combustibles electrónicos se evaluará minuciosamente, tanto en contenido como en su fundamento jurídico.