
Fuente: Posventa.info
El empobrecimiento de los hogares españoles motivado por la subida del coste de la vida está resucitando con fuerza el fenómeno de los coches mileuristas que trajo la crisis de 2008. Las ventas de vehículos de más de 20 años crecieron un 18% en el primer semestre y uno de cada diez coches comercializados en el mercado de ocasión arrastra ya dos décadas a sus espaldas, según datos de MSI para Sumauto.
En la actualidad, un usado se sitúa en 17.561 € de media, según MSI, mientras que un coche nuevo se mueve en un promedio de 20.500 €, de acuerdo a AEAT. Esto choca con la Encuesta de Condiciones de Vida del INE, con la llamada tasa de riesgo de pobreza o exclusión social AROPE, que concluye que un 27,8% de los españoles está inmerso en alguna de estas tres situaciones: riesgo de pobreza, carencia social y material severa y/o baja intensidad en el empleo.
Transición ecológica afectada
Para Sumauto, este escenario refleja la realidad de muchas familias españolas y afecta a la transición ecológica y el objetivo de electrificar el parque a marchas forzadas, pues muchos modelos tienen un coste que supera los 25.000 €, lo que convierte al vehículo electrificado en un producto Premium accesible solo a rentas altas.
“Por tanto, no es de extrañar que todavía haya un 16% de coches por nuestras carreteras que se compraron en pesetas, ahora que se cumplen 20 años de la entrada en vigor del euro. Los coches mileuristas se están convirtiendo en la opción asequible de movilidad sin necesidad de endeudarse, con operaciones que se pagan al contado”, añaden desde Sumauto.
Todo ello provoca un círculo vicioso en torno a la movilidad, pues se fomenta el envejecimiento del parque (la edad media supera 13 años, la mayor de Europa salvo Grecia); se pone en riesgo la seguridad vial (solo en un vehículo de más diez años ya se triplica el riesgo de lesiones o fallecimiento en accidente, según la DGT); y se contamina más (un coche nuevo emite un 99% menos de partículas respecto a uno de 15 años, de acuerdo a Anfac).
En opinión de Nicolás Cantaert, director general de Sumauto, “todos debemos trabajar por una movilidad accesible y sostenible, pues se suele poner el foco en la motorización cuando la clave está en la accesibilidad económica. De nada sirve electrificar el parque si esos vehículos resultan inaccesibles para una gran parte de la población. Por eso, además de la autonomía y la falta de infraestructura de recarga, el precio es una de las grandes barreras a superar con el eléctrico. Corremos el riesgo de una España a dos motorizaciones donde la diferencia esté en la renta y la capacidad del bolsillo y, con ello, de fomentar lo que podríamos denominar pobreza automovilística”.