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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente: Motorpasion

Aunque Volkswagen compromete a que después de ocho años o 160.000 km el 80 % de la capacidad de las baterías de sus coches eléctricos seguirá estando disponible, es inevitable que lleguen al final de su vida útil, con todas las implicaciones que eso supone. Es justo en este punto donde el fabricante alemán quiere seguir manteniendo el control de las baterías, y ha anunciado que prevé lanzar un leasing de coches eléctricos usados.

Considera que el valor de una batería se mantendrá relativamente estable, mientras que el resto del automóvil se depreciará con el tiempo; de ahí que quieran mantener el control sobre ellas. “La duración de la batería creemos que hoy es de aproximadamente 1.000 ciclos de carga y alrededor de 350.000 km aproximadamente. Entonces, la batería duraría más que el automóvil, y queremos apoderarnos de ella. No queremos regalar la batería”, ha explicado el CEO de la corporación, Herbert Diess.

Leasing de usados

Así, Volkswagen quiere ofrecer en forma de leasing sus coches eléctricos ID usados; de esta forma mantiene el control de la preciadas baterías (y del vehículo) una vez lleguen al fin de su vida útil.

Para hacernos una idea, la batería de coche eléctrico tiene de media unos 167 gramos de litio metálico por kWh. En una batería de 50 kWh eso son 8 kg de litio. La estrategia pasa por reparar los componentes de esas baterías para usarlas nuevamente en coches eléctricos, o reacondicionarlas, de forma que aquellas que están usadas se agrupen para formar una mucho más grande, que a su vez ayude a alimentar otros sistemas, como las propias fábricas.

Esto permitirá, según ha desvelado el CEO de la marca, reciclar los paquetes de baterías para darle nuevos usos, como cargadores rápidos o como almacenamiento de energía doméstica, y también reciclar los propios vehículos para extraer las materias primas aprovechables.

“Las baterías se desmontan, trituran y reprocesan. Aquí, las materias primas como el níquel, el cobre y el cobalto se recuperan en grandes cantidades y luego, por ejemplo, se pueden reutilizar en la producción de nuevas celdas de batería”, explica Tobias Enge, estratega de grupo en el campo de la movilidad eléctrica.