Con el paso de los años el mantenimiento del vehículo exige un mayor desembolso económico. Los recambios en marcas de alta gama son caros. A veces, incluso demasiado.
Así que cada vez que se precisa cambiar alguna pieza del coche es mejor pensar dos veces para no gastar una fortuna, pues es factible conseguir el mismo componente a un precio reducido optando por una alternativa que quizá resulte, de primeras, inimaginable para algunos: acudir a un CAT.
Ir a un CAT, clave para el ahorro
Es cada vez más habitual que muchos usuarios apuesten por piezas de desguace o recambios de segunda mano o reacondicionados. El ahorro que va de la mano con estas piezas suele estar entre un 20 y un 80% del valor del recambio nuevo, cifra a tener en cuenta sobre todo si el precio de la pieza es elevado.
Lógicamente, hay ciertas piezas que es aconsejable comprar nuevas pues acusan en mayor grado el desgaste por uso del coche. Por el contrario, mercen la pena en un CAT para ahorrar un buen pellizco en la reparación.
Por ejemplo, el precio de un parachoques nuevo en el mercado se sitúa en torno a los 200 €, mientras que en el desguace no alcanza los 50. Y es que la reparación de plásticos y piezas similares puede ser muy cara, por lo que es mejor intentar buscarlos en los CATs, siempre que sea posible. Puede resultar difícil o imposible encontrar una pieza exactamente del mismo color, pero siempre se puede pintar y seguir ahorrando dinero.
Los cristales
Los cristales del coche tienden a ser caros (al menos 300 € por pieza) y en el desguace se pueden conseguir por una tercera parte del coste. Además, a simple vista se puede comprobar que una luna se encuentra en correcto estado sin necesidad de ser expertos. Por eso compensa, y mucho.
El turbo es una pieza delicada y costosa que suele averiarse con facilidad en vehículos antiguos. Los CATs son idóneos para encontrarlos.
Por su parte, los elementos electrónicos no suelen ser la razón principal por el que un coche acaba en el desguace, así que es posible encontrar piezas así (motor de ventanillas…) a un precio, desde luego, inmejorable.
¿Y los asientos?
En un coche dañado por un siniestro, es muy probable que los asientos se conserven en un estado adecuado. Todo dependerá, en cualquier caso, del cuidado que haya tenido el propietario del vehículo. Precisamente, es fácil comprobar a simple vista que se encuentran en condiciones para seguir usándolos.
Otra opción son los faros y pilotos traseros: en los CATs suele haber piezas así habitualmente, sobre todo en el lado opuesto al que pueda haber impactado el coche siniestrado; el ahorro es, de nuevo, sustancial.
Ojo, circular sin retrovisor puede acarrear multa. Sin embargo, en un CAT se pueden encontrar espejos del modelo requerido en muy buen estado y mucho más baratos que los originales.
Por lo que respecta al motor, también los hay en buen estado, y con una amplia oferta, en los Centros Autorizados de Tratamiento. Es habitual retomar el propulsor en automóviles con problemas de carrocería que, sin embargo, mantienen intacto el estado de la mecánica. Y es que noo todos los coches que acaban en el desguace lo hacen por problemas de motor o averías relacionadas con este.