Fuente: Diario Sur
Los principales portales de segunda mano online se ven las caras a diario con los ciberestafadores. Desde que el mundo es mundo, cada avance digital ha ido acompañado de un inequívoco esfuerzo paralelo para la estafa, el engaño y el timo. En los portales de compraventa de vehículos usados como Cohes.net y Motos.net han surgido múltiples formatos de fraude vinculados al a su propio funcionamiento, a los productos o a una combinación de ambos. El último tipo de ciberestafa persigue obtener datos bancarios del usuario (‘phishing’) mediante un elaborado sistema que aprovecha el auge del mundillo de la segunda mano.
Para ilustrar esta estafa, SUR ha tenido acceso a las conversaciones reales entre un supuesto estafador y un anunciante en Motos.net. El vehículo estaba anunciado a la venta en Málaga, por un precio que rondaba 5.000 #.
A las pocas horas de que el anuncio fuese autorizado y apareciese como visible en la aplicación, llegó un correo electrónico de un nombre interesado en comprarla. Su nombre (no real) era James, un estándar británico ideal para ir construyendo la fantasía con la que los estafadores buscan hacer lo propio con sus víctimas. El primer mensaje es inofensivo: «Hola, quiero saber si la moto todavía está disponible para la venta«.
En el momento en el que el propietario del artículo en venta responde, comienza el juego (los errores tipográficos y ortográficos son literales):
–¡Ok, bien! ¿Cuál es el precio final? ¿Podría tener algunas fotografías de su estado actual? Dado que soy un privado de trabajo por mi propia cuenta en el extranjero, permanezco en espera de una respuesta prompte por vuestra parte con el fin de encontrar rápidamente el medio de concluir esta venta.
Marcel Blanes es responsable de relaciones institucionales de Motos.net y Coches.net (ambas pertenecientes a Adevintia Spain, titular de otros portales como Milanuncios.com y Fotocasa). El experto explica a SUR que, en el momento en el que un supuesto comienza a plantear ideas tan complejas como estar fuera del país y la intervención de intermediarios en el proceso, «hay que sospechar. Las cosas deberían ser más sencillas».
En este punto el interlocutor de James se da cuenta de que en sus emails hay gato encerrado, pero decide seguirle el juego para ver hasta qué punto llegar. Tras el regateo iniucial de un par de cientos de euros, el supuesto británico lanza su gancho:
–Como ya anuncié en mi primer email, no podré estar en el sitio de ventas ya que actualmente estoy en el extranjero, me hace un montón de problemas porque me hubiera gustado conocerte. Pero como usted parece ser una persona confiable y responsable, decido enviarle este dinero mediante transferencia bancaria. En cuanto a la recuperación no es un problema. Una vez en posesión del dinero en su cuenta bancaria, avíseme.
Formulario
Este mensaje va acompañado de un formulario a rellenar por parte del vendedor: número de cuenta bancaria, IBAN, nombre y apellidos, domicilio, número de teléfono y DNI del titular de la motocicleta. El interlocutor de James: conseguir acceso a sus datos bancarios, pero quiere ir más lejos. Así que le pide un número de teléfono para asegurarse de que entiende bien el proceso: «Dame los datos del banco, te hago la transferencia y alguien recogerá la moto».
Evidentemente, la conversación con James quedó ahí. Marcel Blanes explica que esta estafa no es la más habitual en Motos.net y Coches.net, pero existe. «Es un tipo de phishing, pero no el que más vemos». La finalidad de James es, de forma sencilla –dos o tres correos electrónicos– conseguir los datos completos de un incauto.
Otro modelo de estafa en la que el cibermalo se hace pasar por comprador está relacionado con la obtención de la documentación del vehículo: «En el proceso de compraventa, en un momento dado te piden que les escanees la documentación, y luego con eso ellos hacen lo que sea», explica. Uno de los principales usos es emplear esos papeles para hacer que pasen desapercibidos otros coches o motos robados.
Para Marcel, la clave está en usar el sentido común, tanto los compradores como los vendedores para evitar ser estafados. «Hay que desconfiar de los procesos que no son naturales, al igual que de los anuncios con un precio excesivamente bajo; de los compradores o vendedores que dicen estar fuera del país y de los que no pueden enseñarte el vehículo antes de cerrar el trato».