
Fuente: LaSexta
Cada año cientos de miles de españoles deciden cambiar de coche, adquirir uno nuevo y deshacerse del anterior. Muchos son vehículos con muchos años a sus espaldas, coches que, por alguna causa en concreto como puede ser una avería, la simple antigüedad o el desgaste provocado por la acumulación de kilómetros en su estructura, no merece la pena seguir manteniendo en funcionamiento.
Para todos esos vehículos existen los desguaces, centros autorizados de tratamiento o CATs de residuos de este tipo, que se encargan de descontaminar los vehículos y prepararlos para su reciclaje y destrucción de manera segura y respetuosa con el medio ambiente. Pero en ocasiones, particulares e incluso instituciones no actúan como deberían, dando pie a los llamados ‘coches zombie’.
Tráfico ilegal y baja temporal
Los vehículos zombie son aquellos que, en lugar de haber sido dados de baja definitiva para su destrucción, terminan en manos de desguaces ilegales o instituciones de dudosa ética que se dedican a traficar con estos vehículos, bien sean con recambios, documentaciones o vehículos enteros, de manera que muchos son dados de baja temporal.
Al darse de baja temporal, los vehículos pueden rehabilitarse para, por ejemplo, su exportación, de manera rápida y barata.
Al tratarse de un trámite que no tiene caducidad en el tiempo, los estafadores pueden mantener un vehículo de baja temporal de manera indefinida sin que el legítimo dueño se entere, acción que la DGT quiere atajar de raíz. Para ello, modifica los términos de esta gestión, dando pie a bajas temporales cuya duración máxima en el tiempo será de un año, eso sí, prorrogable.
Carta a los propietarios de coches de baja temporal
Así, los propietarios de un vehículo que se encuentre en situación administrativa de baja temporal recibirán una carta cuando se aproxime el año desde que el vehículo fue dado de baja, informándoles de esa circunstancia.
En caso de que lo deseen, los propietarios de estos vehículos podrán prorrogar la baja durante un año más de manera gratuita y sencilla, pero el vehículo volverá a situación de alta de nuevo si el propietario no expresa su deseo de lo contrario.
Con esta medida la DGT termina de lleno con este problema, permitiendo además un control más eficaz de la flota de vehículos nacional.