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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente: Economía de Mallorca

Piden pero no dan ejemplo. Los políticos son los primeros en decir, en pedir, en exigir a los ciudadanos que tenemos que cambiar nuestros hábitos para vivir en un mundo mejor. En el caso de la movilidad, es clara: el coche eléctrico será el dominante en 2035 y lo es gracias a su aprobación, válida pero si se da ejemplo de ello.

Decimos esto porque desde el Gobierno de España, así como desde otros partidos políticos se aboga por cambiar nuestra forma de movernos hacia una cero emisiones. De esta forma se conseguiría acercarse a los ambiciosos objetivos fijados en el Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) en relación a este tipo de movilidad pues en el último borrador el Ejecutivo elevó el objetivo de vehículos eléctricos en España en 2030 a 5,5 millones de unidades, mientras que la Ley de Cambio Climático obliga a muchas ciudades a implantar zonas de bajas emisiones o ZBE con limitaciones al tráfico, por muchas de las cuales no podrían circular los ministros con sus actuales coches particulares. Entre medias, el intentar rebajar la edad media del parque automovilístico español que supera con creces los 12 años.

Ni un solo eléctrico

Pero como decimos todo es más fácil cuando lo realiza el prójimo y es que según los datos incluidos en sus respectivas declaraciones de bienes y patrimonio al Congreso de los Diputados, ninguno de los ministros del Gobierno en funciones declara poseer un coche eléctrico como privado y solo 6 de los 22 pueden circular sin restricciones con su vehículo en los lugares en los que declaran tener viviendas, según el último análisis realizado por AutoScout24. Y no solo eso sino que muchos de sus vehículos supera los 12 años de vida.

En este sentido, el coche más contaminante es el de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que declara un Nissan Primera del 2000, es decir, un vehículo con 23 años de antigüedad sin etiqueta medioambiental. Le siguen el Hyundai Getz de 2002 de la ministra de Defensa, Margarita Robles, carente igualmente de distintivo medioambiental; mientras que el podio lo cerraría el Volvo S80 de 2011 propiedad del titular de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, dado que no se detalla el tipo de combustible podría ser etiqueta C, si es gasolina, o B, si es diésel.

Entre algunos de los más destacados estarían la titular de Trabajo, Yolanda Díaz, declara tener un Volkswagen Golf de 2014 y un Volkswagen Tiguan de 2013, ambos con etiqueta C, y, por tanto, no afectados por las restricciones de A Coruña, donde tiene vivienda en propiedad. La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, declara un Peugeot 307 del 2007, un Peugeot 5008 del 2011 y un Renault Clio Híbrido de 2023. De estos tres, sólo el Clio podría moverse sin restricciones por Madrid y Baleares, al tener etiqueta ECO.

Isabel Rodríguez, ministra de Política Territorial, conserva un Seat Ibiza de 2006 y un Volkswagen Passat de 2010. En la declaración no se especifica el tipo de combustible de ambos vehículos, por lo que, dependiendo del modelo, podrían ser etiqueta B o C. Raquel Sánchez (Transportes), con un Volkswagen Tiguan de 2013 y casa en Gavá (Barcelona); Pilar Alegría (Educación), con un Renault Clio de 2014 y casas en Zaragoza y Castellón y Héctor Gómez (Industria), con un Mercedes-Benz GLA de 2017 y vivienda en Santa Cruz de Tenerife, son los otros tres ministros que pueden circular libremente con sus coches privados donde declaran residencias.

Sin coche propio

Fernando Grande-Marlaska (Interior) y Félix Bolaños (Presidencia) declaran coches del 2015, el primero un BMW Serie 5 y el segundo un Nissan X-Trail, ambos etiqueta C y que, por tanto, también tendría limitada su circulación. 

Por último, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez y los titulares de Exteriores (José Manuel Albares), Ciencia e Innovación (Diana Morant), Cultura (Miquel Iceta), Derechos Sociales (Ione Belarra) y Sanidad (José Miñones) declaran no tener vehículo en propiedad actualmente.