
Fuente: Diario de Burgos
Los robos de catalizadores son un quebradero de cabeza para la Policía y para los propietarios de vehículos desde hace unos años. Los casos se suceden en todo el país, una corriente que resulta difícil de controlar. Por ello, los CATs multiplican la seguridad para evitar la tentación de las bandas especializadas.
«El problema es que los catalizadores tienen un gran valor y es relativamente fácil colocarlos», explica José Ramón Fernández, presidente de la Asociación de desguaces de Castilla y León (ACLCARD). «Cualquier taller o desguace puede conseguirlos a cambio de dinero en efectivo sin hacer preguntas. Por ley no se puede hacer, pero ocurre», lamenta.
Con metales preciosos
La función de esta pieza fijada al el tubo de escape es disminuir los agentes contaminantes generados por los automóviles. De esta forma, el gran atractivo de los catalizadores es que están compuestos por metales preciosos como el platino y otros escasos como el paladio, el rodio o el iridio. Todos muy cotizados.
Por eso se convierten en un reclamo para los ladrones y la crisis actual de materiales y suministros multiplican el interés de estas células itinerantes. «Desde la pandemia, cuando los precios de estos metales se han puesto por las nubes, se ven robos de catalizadores cada día», explica Fernández.
Y es que «los cacos saben perfectamente qué están robando«, añade, para destacar las actuaciones delictivas cada vez más habituales. Sobre todo, contra coches «de 20 o 25 años de antigüedad» en parques públicos o en garajes privados.
En ese escenario, los profesionales de los CATs se cubren las espaldas. En el caso de Fernández, hace años sufrió en su empresa el robo de 300 catalizadores. «Es el último hecho de este tipo que tengo documentado en un desguace y ocurrió hace 7 u 8 años. Aquello nos pilló a desmano y, hablo de memoria, pero creo que la indemnización rondó los 20,000 euros», explica, para matizar aquel desagradable hecho puntual. «Sospechamos que hubo gente de dentro involucrada por la forma en la que actuaron y así es más fácil», explica este empresario con resignación.
Vista la situación y la tendencia general, cualquier medida de seguridad es bienvenida. «Por norma general, los desguaces no entregamos catalizadores directamente porque nos exigiría disponer de un gran estocaje y ahí sí estaríamos expuestos a robos», indica. Por eso, la mayoría de empresas del sector parten el catalizador para entregárselos al gestor«.
Más precauciones
Además, las precauciones se amplían. «Se tienen que tomar muchas medidas. Las furgonetas encargadas de este tipo de transporte ya vienen sin rotular y los pagos se hacen por banco para que estas personas no lleven tanto dinero como un furgón blindado», señala un Fernández resignado ante esta situación a pesar de los pasos completados. «La cosa está cambiando, pero aún hay muchos robos. Es un mercado complicado», asume.
Eso sí, el presidente de ACLCARD subraya que Burgos «es una ciudad segura en la que los cacos están más controlados», a pesar de que el riesgo siempre existe. La facilidad de contar con dinero en mano (los cacos reciben alrededor de 30 € por gramo de metal) atrae a ladrones especializados para hacerse con una pieza que cuyo precio para desguace ronda entre 200 y 300 €.
“En otras ciudades estos robos están a la orden del día y se nota que aquí no es tan preocupante. Desde la asociación hacemos un seguimiento de este tipo de noticias y raro es el día en el que no cae una red itinerante, pero suelen optar por ciudades más grandes”, apunta.
“Los problemas pueden surgir si acumulas muchas piezas”
Telesforo Angulo, propietario de Recambios Foro, representa el cambio de modelo en un sector cada vez más concienciado con la seguridad.
Nadie está libre de sufrir la manipulación del catalizador del coche, pero en el caso de las empresas cada una conoce su situación y su circunstancia para protegerse de esa acción. En esta vida toda evoluciona. Los CATs también se adaptan a los nuevos modelos de negocio para responder a los intereses del cliente y a las necesidades del sector. Es el caso de Recambios Foro, donde se sienten protegidos. Por eso su sistema de vigilancia no es específico contra el robo de catalizadores.
«Estamos en un polígono industrial y no tenemos los problemas que pueden tener otros. Estamos en una nave cerrada, contamos con alarma, cámaras, vallado exterior… Ni siquiera dejamos entrar a la gente a ver las piezas», explica el propietario, Telesforo Angulo.
Es concepto de la empresa «es diferente al del desguace clásico», pero no por ello se descuida las precauciones contra los ladrones de catalizadores.»Lo importante es mover las piezas con agilidad porque los problemas pueden surgir en el momento en el que acumulas una cantidad importante. Lo suyo es comprar y vender rápidamente. En cuanto tenemos cierta cantidad de catalizadores, los sacamos», indica.