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Retrovisor interior digital del Range Rover Evoque

Fuente: AEDRA

Hablamos con Alicia García-Franco, Directora General de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER), para conocer de primera mano las tendencias del sector a través de una de sus principales entidades.

Pregunta – Hemos vivido una pandemia y ahora una guerra en Europa que afecta al mundo entero y que ha disparado el precio de la energía, ¿qué repercusión tiene todo ello en el mercado de la chatarra?

Respuesta – Como hemos advertido desde la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje y desde la Confederación Europea de Industria del Reciclaje (EuRIC), el reciclaje es un proceso complejo que funciona ininterrumpidamente los 7 días de la semana. No podemos simplemente encender y apagar nuestra actividad como un interruptor de luz. Los recicladores europeos no pueden hacer frente a los crecientes costes de la energía y esto supone una amenaza directa para las ambiciones de neutralidad climática y economía circular de Europa y para los empleos locales sostenibles que generamos.

Lo más grave de esta situación es que, desde FER, hace una década que venimos advirtiendo a los gobiernos de distinto signo político que el precio de la energía en nuestro país era desorbitado para instalaciones de alto consumo como las fragmentadoras, pero nuestras demandas no fueron escuchadas y no se adoptaron las medidas oportunas. Y ahora, sufrimos las consecuencias

Otro factor a tener muy en cuenta es que, aunque la industria del reciclaje ha crecido de forma constante en Europa, impulsada en gran medida por el pujante espíritu empresarial y los incentivos para utilizar más materiales reciclados en los productos, solo el 12% de los materiales utilizados en la producción en la UE proceden del reciclaje. El aumento de los precios de la energía está invirtiendo este progreso y poniendo en jaque a las empresas de reciclaje, especialmente a las pymes. En este contexto, es importante destacar que el reciclaje no solo ahorra importantes emisiones de CO2, también energía en comparación con la extracción de materias primas. Por tanto, instamos a los responsables políticos a que actúen de forma coherente para incentivar el uso de materiales reciclados mediante la aplicación de créditos de carbono, la contratación pública verde y objetivos vinculantes de uso de material reciclado en la fabricación de nuevos productos.

P – Por la coyuntura energética y económica, el crecimiento de algunas economías o por tendencias de fabricación en sectores como el automóvil, que cada vez recurren más a materiales ligeros y completamente reciclables, como el aluminio, ¿hay falta de algún material concreto?

R – Así es. En lo que respecta a las materias primas, debido a los cuellos de botella que se están produciendo en la cadena de suministro por las consecuencias económicas derivadas de la pandemia, hay interrupciones en el suministro de diversos materiales. Esperamos que de forma gradual todo vaya volviendo a la normalidad, pero esto es un ejemplo más del papel fundamental que juega el reciclaje para convertir los residuos en recursos y disminuir nuestra dependencia de las materias primas vírgenes. 

Las materias primas secundarias o recicladas, como a nosotros nos gusta llamarlas, resultantes de las operaciones que realizan los gestores, son una de las soluciones a esta situación que estamos viviendo. Por lo que es necesario impulsar y crear mercados donde se utilicen estos materiales reciclados.

P – ¿Vamos hacia un mundo en el que el reciclaje cobrará cada vez más importancia o hay una previsión de tocar techo en este ámbito a corto plazo?

R – El reciclaje no tiene techo, es un círculo infinito. De ahí que Europa apueste por un modelo circular como forma no solo de buscar un desarrollo sostenible, sino de que con él seamos capaces de mantener nuestro nivel actual de vida o mejorarlo. Por tanto, el uso de materiales reciclados no solo servirá para evitar la actual dependencia energética, debido al considerable ahorro que se produce, sino que ayudará a mitigar el calentamiento global por la reducción de emisiones contaminantes. Todo ello irá encaminado al máximo aprovechamiento de los escasos recursos naturales disponibles, que es donde el reciclaje no tiene techo. Y para conseguirlo es imprescindible que se implanten cada vez más medidas enfocadas en el ecodiseño y en la fabricación de productos y materiales que sean más reciclables que los que están en el mercado actualmente. 

P – La FER junto con AEDRA y ANFAC constituyen SIGRAUTO. ¿Se esperan cambios en el modelo de colaboración?

R – El modelo de colaboración actual es un claro ejemplo de cómo puede beneficiarse toda la cadena de valor cuando ésta incluye a todos los actores implicados. El compromiso de todos es clave para que España se sitúe a la cabeza en cuanto a este flujo de residuos. Por tanto, es obvio que todo es susceptible de mejora, pero las bases de este modelo de colaboración son, como le decía, un ejemplo para otros muchos flujos de residuos.

P – ¿Qué piensa de los RAP en el sector de la automoción?

R – La RAP (responsabilidad ampliada del productor) en automoción siempre ha escogido un sistema de responsabilidad individual o SIRAP. Creemos que es un modelo que ha demostrado que funciona y, como decía, un modelo que apoyamos todos los agentes que participamos en la cadena de valor de vehículo. Desde FER siempre hemos puesto al sector de la automoción como ejemplo a seguir ante la diferentes administraciones autonómicas, nacionales y europeas. Así se debería desarrollar la responsabilidad ampliada del productor (RAP) en el resto de los flujos de residuos. Esto es, con la intervención y asesoramiento de los representantes de toda la cadena de valor.

P – Hasta la fecha, el sistema de recogida de vehículos en España y su vinculación a la baja definitiva está dando muy buenos resultados, ¿hay espacio de mejora, algo que cambiar?

R – Siempre hay espacio de mejora, pero este sistema de recogida nos dice que las cosas se están haciendo bien y que con la colaboración de todos los actores de la cadena de valor se irán mejorando los procesos. Somos ejemplo en Europa. El sistema se está mostrando sumamente eficaz contra los denominados coches zombies, que era una antigua demanda de SIGRAUTO, y muestra el potencial del actual ámbito de colaboración existente.

P – El aumento en la cuota de mercado del coche eléctrico, ¿cómo afecta a los socios de FER?

R – Les afecta en la medida en que el tratamiento del vehículo eléctrico implica un conocimiento especializado para su desmontaje, donde las baterías, dado el riesgo de descarga eléctrica, exigen que los operarios estén cualificados para su manipulación. Por tanto, desde FER no solo contribuimos a que los profesionales sean conscientes del riesgo a través de una campaña que hemos realizado, sino que hemos reclamado planes de formación específica para el tratamiento de este tipo de vehículos que progresivamente irán ganando cuota de mercado y que, por tanto, llegarán en mayor número a las instalaciones de tratamiento al final de su vida útil.

P – ¿Y cómo ve el futuro?

R – El futuro, dada la limitación normativa que ha impuesto la Comisión Europea para los vehículos que utilizan combustibles fósiles, nos depara grandes cambios en este sector. La electrificación y la apuesta por las energías limpias, sumadas a fenómenos como la movilidad compartida, el renting y la decidida apuesta de los fabricantes por el empleo de materiales reciclados, supondrán un gran reto para todos los agentes de la cadena de valor.