Fuente: El Confidencial Digital
La reparación de vehículos es un sector en auge. El elevado coste que supone la compra de un vehículo unido a las altas tasas de inflación y la incertidumbre económica son motivos que hacen que los españoles opten por acudir al mecánico en lugar de al concesionario. En cifras, y durante 2022, según datos del Instituto Nacional de Estadística, se repararon más de 10 millones de coches.
De todos, 1 millón de coches (10%) experimentaron una intervención del motor. Y es que, inevitablemente, llega un momento en el que los años pasan factura al coche y la máquina se ve afectada, ya sea por el desgaste, por avería o por accidente. En los casos más graves, ¿es conveniente sustituir el motor completo? ¿Cuándo es conveniente utilizar un motor de desguace para alargar la vida útil de nuestro coche?
En este punto hay que tener en cuenta una serie de factores para decidir si es conveniente comprar un propulsor de segunda mano. Uno de ellos será la valoración por un experto de si el motor averiado sufre daños irreparables o el arreglo tiene un elevado coste que lo hace inviable.
En estos casos, optar por un motor de segunda mano es una alternativa más económica y eficiente, por lo que se convierte en la primera elección tanto para los dueños de los vehículos como para los mecánicos que atienden la avería. Esto es algo que además está más recomendado cuando el chasis del automóvil está en buenas condiciones y el vehículo carece de otros problemas estructurales importantes.
Mediante la compra de un motor de desguace el dueño se puede ahorrar mucho dinero en comparación con la reparación, ya que la compra de piezas (con la dificultad que implica encontrar algunas cuando el modelo es antigua) y la mano de obra mecánica elevarán de manera significativa la factura.
Ventajas de usar un motor de desguace
El ahorro es, sin duda, el principal atractivo: los motores de segunda mano son mucho más baratos. Asimismo, otro de los beneficios que implica colocar una mecánica así en un coche averiado es el tiempo de la reparación.
Por un lado, los motores de desguace suelen estar disponibles en stock, lo que acelera la reparación. Además, suelen estar en buenas condiciones, ya que los técnicos de los desguaces o CAT que los venden los revisan para ofrecer las mejores prestaciones a sus clientes. En muchas ocasiones es posible obtener un motor en excelentes condiciones y con un rendimiento comparable al de uno nuevo. De paso, cuentan con garantía, como todas las piezas a la venta en un CAT.
Qué tener en cuenta a la hora de elegir un motor de desguace
Todas estas ventajas no quitan que, tanto el mecánico o responsable del taller como el propietario del vehículo deban ser previsores a la hora de hacerse con un motor de CAT. De ahí la importancia de fijarse en una serie de puntos para que la compra de un motor de segunda mano no sea una experiencia nefasta. Algunos son:
- Origen y procedencia: la persona que compra el motor a un CAT debe tener acceso a la información sobre el origen del motor y el CAT en sí. Por ello, siempre es recomendable optar por desguaces reconocidos y con buenas referencias.
- El kilometraje: este dato es un indicador de su estado. Como es lógico, un motor con un kilometraje alto tiene más probabilidades de tener problemas en el futuro más inmediato que otro de kilometraje bajo.
- Estado del motor: es importante comprobar el estado del motor antes de comprarlo; debe estar limpio y libre de fugas de aceite.
- Precio: es conveniente comparar precios antes de comprar un motor.
- Garantía: asegurarse de que el proveedor ofrezca una garantía adecuada es fundamental, ya que proporciona tranquilidad al propietario en caso de que surja cualquier imprevisto.
Así que la utilización de un motores de desguace para llevar a cabo su sustitución completa es una alternativa cada vez más popular entre propietarios y mecánicos, prolongando la vida útil del mismo de una forma más efectiva y barata. ¿Cómo y cuándo acertar con la decisión? La clave está en realizar una elección informada y cuidadosa, teniendo en cuenta la procedencia, estado y garantía del motor.