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Volkswagen, preparada para reciclar baterías de eléctricos

Fuente:  InfoBierzo

Exactamente el 35,6% del parque de turismos y 4X4 en Castilla y León carece del distintivo medioambiental que emite la Dirección General de Tráfico (DGT), lo que engloba sobre todo a los vehículos más antiguos y menos eficientes (modelos de gasolina anteriores a enero de 2000 y diésel previos a 2006), según datos de la propia DGT recogidos por la patronal de los concesionarios, Faconauto.

Además, otro 34,7% del parque tiene la etiqueta B, correspondiente también a vehículos más viejos, pues corresponde a turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2000 y de enero de 2006 si son diésel. Mientras que la etiqueta C agrupa al 22,5% del total: turismos de gasolina matriculados a partir de enero de 2006 y diésel desde 2014.

ECO y CERO: testimoniales

Los vehículos con etiqueta CERO (eléctricos e híbridos enchufables) representan el 0,1% del parque y los de etiqueta ECO (híbridos) alcanzan al 1% del total.

Faconauto indica que estas cifras ponen de manifiesto, una vez más, el grave problema que sufre la automoción en nuestro país por la antigüedad del parque, que el año pasado alcanzó los 13,2 años de media, y ha llamado la atención sobre su impacto medioambiental: los turismos sin etiqueta son responsables del 70% de las emisiones contaminantes NOx y partículas en los núcleos más poblados.

La patronal de concesionarios recuerda que el sistema de etiquetado de los vehículos, vigente desde hace cuatro años, está facilitando un mayor conocimiento del potencial contaminante, discriminando lo más respetuosos con el medioambiente y contribuyendo a una compra más informada por parte de los conductores, que lo tienen muy en cuenta a la hora de adquirir su coche nuevo o usado.

De igual modo, es una herramienta muy útil para las Administraciones Públicas para definir sus políticas medioambientales. El ejemplo más claro se producirá cuando, según establece la nueva Ley de Cambio Climático y Transición Energética, las ciudades de más de 50.000 habitantes tengan que incorporar Zonas de Bajas Emisiones a sus territorios.

La solución, achatarrar vehículos sin etiqueta 

La patronal ha recordado que la mejor opción para avanzar hacia una movilidad más sostenible es apostar por la renovación del parque, es decir por achatarrar los vehículos sin etiqueta para sustituirlos por otros que sí dispongan de etiqueta, más aún si ésta es CERO, ECO o C.

“Las etiquetas medioambientales de la DGT se han convertido en un elemento cotidiano y muy tenido en cuenta por parte de los conductores al adquirir su vehículo y planificar su movilidad en ciudad. Sector y administraciones hemos hecho un esfuerzo para incorporar este sistema, que está demostrando poco a poco su utilidad, tal y como está concebido, y que puede jugar un papel muy importante para acelerar la renovación del parque y avanzar hacia la descarbonización de la movilidad. Dan, en definitiva, estabilidad y certidumbre al consumidor, al sector y a las Administraciones”, comentó el responsable de asuntos públicos de Faconauto, Juan Luis Fernández.

Fernández enfatiza “que es necesario consolidar este etiquetado, que las ciudades están usando para planificar sus Zonas de Bajas Emisiones, antes de abordar cualquier cambio profundo en el corto plazo”.